

La policía “Que no se ve”, por Rosa Mª Ortega
La función policial incluye dentro de una misma actuación, una serie de intervenciones concatenadas, que suelen pasar desapercibidas a los ojos de los ciudadanos. Es esa labor que no es vista, a veces ni por otros compañeros de profesión. Sin embargo, no se trata de algo nuevo. Se viene haciendo desde hace muchos años.
Esta circunstancia también ocurre en otros colectivos profesionales y hasta en las familias… Siempre hay una parte del trabajo que parece “silenciosa”, lo cual no significa que no sea importante.
Cuando la policía interviene en una situación de violencia, puede pasar perfectamente varias horas con el joven violento, cara a cara con su conducta y emociones.
En esos momentos debe saber manejarse de manera directa con los diferentes elementos que constituyen el contexto. Entre ellos se puede incluir la clara cercanía de la rabia, el resentimiento, la frustración, el desconcierto, el descontento, la provocación o el ánimo de revancha…
Al policía se le pide que sepa identificar y contener las emociones exacerbadas que puedan suceder en el sitio de la intervención, que esté entrenado en relaciones de ayuda y técnicas de comunicación…en definitiva: que sea experto en lo que concierne al cumplimiento de la ley y que tenga la habilidad para resolver conflictos…y todo ello sin implicarse personalmente. ¡Casi nada!
Por cierto, los policías también son personas.
Creo que “el poli se juega el tipo” en el día a día, mirando de cerca e interviniendo desde la primera línea en un punto al lado de la ley y también de los ciudadanos.
Desde luego, esta labor no siempre es fácil de ver, o si se ve, no está bien vista. No todos entendemos nuestro trabajo de la misma manera.
Visto desde fuera, la violencia que llega a ser primera página en los medios de comunicación, expone implícitamente el papel policial… Entre la información y la noticia de nuevo puede quedar en el camino “Lo que no se ve”.
Se habla mucho de la importancia del trabajo en red, en la prevención e intervención sobre la violencia. Es evidente que si hay muchos profesionales implicados en un asunto, va a ser más necesaria la comunicación fluida y la colaboración directa para ponerse de acuerdo.
En ese sentido, la coordinación con la policía es esencial, pues la policía es en concreto, la imagen del orden público, de la seguridad en el barrio y además está muy cercana a la gente, a muchos chavales, incluso a sus familias…
Por eso creo que es muy importante integrar el enfoque relacional en las intervenciones, desde los diferentes agentes implicados, algo que muchos policías tienen incluido en su trabajo. Lo importante de una “Red”, es que funcione.
No es sólo teoría, es una actuación que resulta decisiva… aunque muchas veces no se vea.
Rosa María Ortega Ruiz
Psiquiatra y Terapeuta Familiar
Servicio de Atención a la Familia
Diputación de Alicante
Autor: Rosa Mª Ortega
Comentarios
21/11/2007 a las 16:26
Recuerdo casi como si fuera ayer mi jura del cargo como Policía, hace ya casi 14 años. Recibí una formación…20 asignaturas de todo tipo, de las cuales, sólo una de 20 horas versaba sobre psicología, es decir, cómo relacionarnos con nuestros ciudadanos. Vamos, hasta dactiloscopia!! algo que, ni he podido practicar, ni lo haré, puesto que es una competencia exclusiva de Policía Nacional y Guardia Civil. Al finalizar el curso, me encontré una realidad totalmente distinta en mi cuerpo de policía. Denunciar, detener y hacer informes por conflictos entre ciudadanos. Pero, ¿técnicas de mediación y resolución de conflictos? nada. Y, en el día a día, hasta la simple confección de una denuncia por un estacionamiento indebido, puede suponer un conflicto monumental.
Con el devenir de los años, con el análisis de todas y cada una de mis intervenciones, he llegado a una conclusión: no hay conducta que no pueda ser tratada desde la prevención, pero abordándola con anterioridad a su producción. Sí, resulta difícil, ¿verdad? pero no es así.
La policía está en la calle, y coincide con menores que sufren PROBLEMAS que derivan en consecuencias como el absentismo, drogadicción, delincuencia…consecuencias que no son más que un rechazo a una sociedad que no le ayuda en su verdadera problemática.
Un policía no es un trabajador social, ni un psicoterapeuta, ni un fiscal, ni un juez, ni un profesor…. pero sí es un ser humano, un profesional que, con años de experiencia, va adquiriendo ciertas habilidades sociales que, reforzadas con una formación específica, lo puede hacer un cauce de información ideal entre las situaciones anómalas de nuestras ciudades, con el resto de profesionales que pueden cooperar para la prevención de esas consecuencias.
Por desgracia, he llegado a oir comentarios tan duros como que \»la policía no debería actuar ante el absentismo escolar\» o \»las problemáticas de consumo de drogas no son competencia de la policía\»…qué gran error!!
También he llegado a oir cómo un educador social había llegado a \»tirar la toalla\» porque se sentía amenazado y con una nula autoridad, cuando pretendía aplicar correcciones en las conductas de determinados padres que incumplían sus deberes para con sus hijos. Y si hablamos de la figura del docente en los centros educativos…
En las jornadas celebradas por el SAF el pasado mes de octubre, un oyente de una ponencia preguntaba ¿necesitamos tanta policía? mi contestación a dicha pregunta fue:¿qué queremos de nuestra policía?¿querremos siempre que sea represiva, o nos planteamos darle un papel en funciones preventivas?
A mí, como policía, no me sirve de nada que me formen con la ley en la mano para combatir el absentismo escolar, o en rellenar boletines de denuncia para facilitar su tramitación administrativa, si no me dotan de herramientas para mejorar mi relación con el ciudadano, para obtener la empatía necesaria que evite conflictos y detenciones innecesarias y que prevenga posteriores conductas antisociales. Y, por supuesto, formación específica para saber detectar qué hay detrás del absentismo escolar, del consumo de drogas…cualquier entrevista a pie de calle, puede aportar una información valiosísima que, llevada a un equipo interdisciplinar, puede ser el inicio de un trabajo para ayudar a quien sufre problemáticas que le desbordan.
Por desgracia, la administración pública nunca podrá conseguir la satisfacción plena de todos sus ciudadanos, pero lo que sí es cierto es que, cuanto mayor es el índice de problemáticas sin resolver en cada sector de la administración, más se corporativiza el mismo, y más se cierra ante posibles colaboraciones o cooperaciones de otros actores sociales que podrían aportar soluciones, o ayuda ante la consecución de éstas.
Concluyendo: no es normal que en unas comunidades autónomas el trabajo interdisciplinar sea una realidad y, en otras, ni siquiera se acepte. Algo está fallando y, sin duda, la apertura de miras y la importación de modelos interdisciplinares es la única solución.
Enviado por: Javier Albarracín
20/11/2007 a las 14:29
El enfoque de la acción policial en situaciones de violencia me parece parcial hacia la policia.
Enviado por: Jose Miguel
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